lunes, 26 de enero de 2009

La salvación

Perdida en un océano de palabras sin sentido he encontrado una en forma de balsa que ha sido mi salvación ahora que ya me creía exhausta para seguir buscando un sentido a mi rumbo... Es una palabra llena de significado... es aquella que me ha llenado los pulmones de oxígeno cuando el infierno comenzaba a abrasar mis pulmones...

Sorprendida, nado detrás de esa palabra... trato de atraparla, pero se aleja de mí al mismo ritmo que yo me acerco a ella. Curiosa manera la que tiene de salvarme la vida, abandonándome a mi suerte después...

Después de un periodo nadando sin descanso y a su vez, sin resultados, vuelvo a mi balsa en busca de un lugar donde reposar mi cuerpo castigado por las inclemencias que el tiempo ha marcado sobre él, señal de sufrimientos, marca de desvelos...

Estoy de nuevo en mi menuda embarcación, perdida sin rumbo en un oceano cada vez mayor que en un primer momento me pareció un mar fácil de cruzar... pero, ¡ah! las apariencias siempre engañan y es precisamente esa palabra, esa sensación que me ha salvado la que agranda cada día esta vasta extensión de agua salada que me rodea sin dejar descubierto un ápice de mi ser...

Ya no sé qué hacer, cómo actuar... si arrojarme definitivamente a las aguas aún a riesgo de ahogarme o, por contra, resguardarme en mi balsa que cada día se encuentra en peor estado y cabe la posibilidad de que se hunda un día de estos dejándome a mi merced y sin fuerxas para seguir.

El sol efectúa su aparición como cada mañana por el lejano horizonte, y vuelve a haber una nota de esa sensación que agita mi corazón de emoción. De pronto, como oculta entre un recoveco de la mente encuentro la respuesta: ¿Por qué dejarme ir a la deriva en una balsa sin rumbo si mientras tenga fuerzas puedo ir a buscar mi destino?
Ante mis ojos ha aparecido ese anhelo que hace días no salía... de nuevo vuelvo a tener un motivo por el que luchar, una razón por la que seguir, un sueño por el que luchar...

De pronto, una brisa sopla con suavidad sobre mi antaño rostro compungido y que ahora muestra un semblante sereno y sonriente al mismo tiempo. Esa brisa me ha refrescado esa palabra que una vez significó tanto para mí y que renace como fénix de entre las cenizas de una forma más hermosa que nunca.

Mirando por última vez esta balsa que ha representado mis temores en tantas ocasiones, me lanzo al océano para perseguir esa sensación... el océano vuelve a ser mar, y esta marinera piensa navegar con seguridad sobre sus aguas

*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*

Creo que todas nos hemos sentido más o menos en ese océano alguna vez...

Espero que os guste,
Besos!

4 comentarios:

Iria dijo...

Sand, no sé si alguna vez te lo dije, pero escribes genial. Me siento muy identificada con todo lo que escribes!

Sandra dijo...

Muchas gracias! Me alegro que te sientas identificada, pues eso significa que al fin y al cabo no somos muy diferentes...

Besos!

Anónimo dijo...

entra en http://macaota.blogspot.ocm/ kizaz te guste

Anónimo dijo...

Me he metido en tu página por error, pero me alegro de haberlo hecho, escribes genial, tus textos son incribles, hacen que quieras terminar de leerlos.

De escritora a escritora.